Carboxiterapia Facial – Es un tratamiento médico-estético no invasivo ni quirúrgico que aplica CO2 medicinal debajo de la piel, mediante microinyecciones, en los tejidos afectados.
El dióxido de carbono es un gas que producimos los humanos, animales y las plantas, por lo tanto, ya está en nuestro organismo. Al introducir dióxido de carbono en la piel.
El tratamiento de carboxiterapia es un procedimiento simple, rápido y ambulatorio (no requiere cirugía ni hospitalización) que causa molestias mínimas y tras su aplicación permite hacer vida normal desde el primer momento.
Para ello se necesita un equipo estético especializado que permita definir y controlar la dosis, velocidad del flujo, tiempo y temperatura del gas en las inyecciones localizadas dependiendo el caso para cada tratamiento y paciente.
El CO2 se aplica en el tejido subcutáneo mediante una aguja muy fina de 0,3 mm de diámetro. Es muy parecida a la que se utiliza para administrar insulina en personas diabéticas. Para cada tratamiento o paciente el volumen de infiltración del gas y la presión es diferente.
La duración puede ser entre 15 y 20 minutos según el área que queramos tratar. Se pueden hacer hasta 2 sesiones por semana, pero esto lo aconsejará el especialista según el paciente y tratamiento.
Tras el procedimiento la persona puede irse a casa y hacer vida completamente normal. Es un tratamiento indoloro y seguro. No obstante, no hay que olvidar que es un tratamiento médico y por lo tanto puede tener algunos efectos, aunque son poco comunes y de fácil solución, nada grave.
Todos estos efectos, en caso de producirse, desaparecen en unos días y no son ni muy comunes ni muy graves. Es totalmente normal cuando se trata la piel ya que se está inyectando una sustancia con agujas y es normal que se produzca una reacción de la dermis, pero no es preocupante.
Este tratamiento, aplicado por un especialista en la materia y antes de iniciar el tratamiento se realiza una evaluación para ver si existe alguna contraindicación. La carboxiterapia no está indicada en las siguientes situaciones:
Como en la mayoría de las técnicas estéticas, tanto el número de sesiones necesarias para tratar la zona como los resultados obtenidos con la carboxiterapia dependen de las características de cada persona.
En cualquier caso, los especialistas recomiendan, al menos, entre 10 y 20 sesiones –con aplicaciones dos o tres veces por semana– aunque los resultados empezarán a apreciarse y a ser visibles a partir de la quinta o sexta sesión que serán graduales y muy naturales.
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